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Lengua
ORTOGRAFÍA
Introducción a la ortografía castellana - 2ª parte
El papel histórico de la Academia Española de la Lengua
i el hito decisivo para la fijación gráfica del
castellano medieval es la obra de Alfonso X, para el castellano moderno lo es la
labor de la Academia de la Lengua, cuyos objetivos son establecer la ortografía
del castellano.
La Academia Española de la Lengua es de las más importantes entre todas las que forman la agrupación de la Academia Española. En semejanza de la Francesa, se constituyó oficialmente en 1713 y fue aprobada por Felipe V en 1714. Los académicos fueron primero ocho y después once, hasta que los primeros estatutos, aprobados en 1715, establecieron en 24 el número de ellos. El propósito de esta fundación es estudiar y fijar la lengua española. Su primera publicación fue el Diccionario de Autoridades (1726-39) dedicado a Felipe V.
El imperativo fonético y el etimológico
El alfabeto castellano procede del latino y, como él, se basa en el principio fonético de escribir como se pronuncia: a cada fonema y, en general, a cada hecho fónico, corresponde una determinada marca gráfica. Sin embargo, dicho principio se halla en contradicción con el imperativo etimológico, que exige fidelidad en la escritura a formas previas de las palabras, desaparecidas o conservadas.
Primer manual de ortografía que publicó la
Real Academia de la Lengua Española
El castellano ha oscilado siempre entre ambos imperativos, si bien ha prevalecido el primero, de manera que no se producen demasiados desajustes entre el sistema fonológico y el gráfico. Algunas lenguas románicas, como el italiano, son más fonéticas; otras, como el francés, dan más importancia que el castellano a la etimología, con lo que ello conlleva de separación entre lo escrito y lo hablado. La Academia, que optó decididamente por la escritura fonética, no rompió del todo con lo etimológico. Las propuestas de reforma ortográfica más radicales, anteriores o posteriores a la norma académica (Correas en el siglo XVII, Bello en el XIX) han insistido en la conveniencia de acentuar el carácter fonético de la escritura del castellano.
Los niveles ortográficos
Se puede hablar de tres niveles ortográficos: el de la puntuación, que incumbe a frases o enunciados; el de la acentuación, que se relaciona con la palabra como unidad, y el que se refiere a la representación de los fonemas por medio de grafemas o letras. Es a este último al que habitualmente se concede más importancia, tal vez por su mayor dificultad de aprendizaje, al ser el más arbitrario; aunque si se tuvieran en cuenta criterios como el de la expresión de un pensamiento coherente o la mejor sistematización, serían la puntuación y la acentuación los que deberían reforzarse en el aprendizaje.